Este es el resultado de el uso continuado de esponjas autobrillantes. Su uso es cómodo y en principio puede parecernos muy efectivo.
Cuando pasa el tiempo la silicona que contiene y que se acumula una capa sobre otra, se cristaliza y da la sensación de que la piel se ha agrietado.
Esta capa además impide que la piel reciba cualquier crema nutritiva que le pongamos. Su eliminación pasa por calentar la zona sin dañar la piel , para eso hay que utilizar un cepillo giratorio de cerdas de caballo, limpio de ceras o cremas. (cualquier reparador de calzado con cuidado podrá realizar esta labor sin problemas)
Puede hacerse frotando enérgicamente con un trapo, pero el proceso es muy laborioso.
Todas las pieles de calidad agradecen el uso de cremas y nutrientes de calidad, una vez eliminada la capa de silicona, observaremos que no hay ninguna grieta en la piel .
Ese es el momento de aplicar renovadora, pues la piel lleva al menos un año sin recibir hidratación.
A la derecha podemos ver uno de los zapatos ya limpios y con la renovadora aplicada y el de la izquierda ya pulido .
Debemos esperar un día, y ya estará listo para poder aplicar sobre la piel el betún y pulir convenientemente hasta obtener un brillo natural .
Limpiar los zapatos de este modo es sin duda mucho más laborioso, pero si aprendemos a disfrutar de ese trabajo y de ese brillo natural que transmitirá nuestro calzado, seguro que nos aportará mucha satisfacción.